viernes, 14 de abril de 2017

INFORME GONZALO ROJAS

                  
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 Importancia de la obra de Aristóteles en la Edad Media y problemas que presenta el redescubrimiento del mismo al cristianismo medieval

La llamada Filosofía Primera y su estudio del Ser en cuanto Ser. La noción de causa, como principio del análisis de mundo físico, los estudios desarrollados acerca de la lógica, la naturaleza y la metafísica, fueron temas trascendentales sobre los cuales Aristóteles desarrollo su pensamiento filosófico, y que se constituyeron como puntos de partida para debate y la reflexión en las nacientes universidades de la Edad Media. Así, el descubrimiento de las principales obras de Aristóteles se instauro como una de las corrientes de pensamiento con mayor influencia para el desarrollo del pensamiento medieval. Luego de que en la baja edad media el pensamiento estuviera fundamentado en el estudio de las sagradas escrituras y guiado por los padres de la iglesia, el pensamiento en esta etapa estuvo fuertemente influenciado por el pensamiento de San Agustín y las obras de Platón.
No obstante a partir de la primera mitad del siglo XIII, las obras de Aristóteles, en especial la metafísica, se constituyen en punto de reflexión, que dinamizo el debate y el análisis filosófico, generando diversas reacciones en cuanto a la posibilidad de armonizar el dilema entre fe y razón.
Para este propósito, el pensamiento de Tomas de Aquino se constituye sin lugar a duda como una nueva postura frente al pensamiento Cristiano, pues el pensamiento de Aquino de aleja de la posición dogmática de la teología, en cuanto parte del análisis de la realidad concreta y objetiva que representa el mundo sensible, para llegar a Dios.  
La lógica Aristotélica, entendida como el procedimiento intelectual para llegar al conocimiento, es desarrollada e interpretada por Tomas de Aquino como principio en el que el conocimiento apunta a lo universal. Así entonces, el proceso del pensamiento que genera el conocimiento, radica en separar un concepto a partir de la imagen recibida por medio de percepciones sensoriales, con fin de alcanzar un concepto que permita dar cuenta de lo general, más allá de la substancia.

2.    Haz un juicio sobre Tomás de Aquino como filósofo.

Una característica esencial en el desarrollo del pensamiento de Tomas de Aquino puede encontrarse en su honestidad intelectual. Esta actitud se representa y se afianza en la búsqueda de la verdad. Es interesante observar como aún y a pesar de la fuerte influencia que ejerce en su filosofía la postura teológica, Tomas de Aquino se muestra como un pensador si se quiere revolucionario. Su intención de conciliar la fe y razón como elementos no solo de la vida del hombre, sino como posibilidades de conocimiento hace de Aquino un pensador un claro talante filosófico, pues su pensamiento está orientado a la ruptura de los paradigmas y a la proposición de nuevas formas de pensamiento, que sin duda han enriquecido el espectro reflexivo que plantea la filosofía.

3.    ¿Qué opinión tienes sobre la relación entre la fe y la razón?. Escribe un pequeño comentario al respecto.

La relación que encuentro entre la fe y la razón, está dada a partir del hombre. Es decir, la existencia del hombre requiere de ambas categorías para dar explicación del mundo y sus fenómenos. Tanto la fe como la razón se constituyen en parte esencial del hombre. Ambas dimensiones apuestan por la comprensión de la realidad. 
La fe es el soporte que permite al ser humano moverse en los escenarios que están relacionados con su espiritualidad. Espiritualidad que se relaciona con la necesidad humana de encontrar y de dar explicación a todo aquello que la ciencia aún no ha logrado descifrar.
La razón, como categoría del pensamiento estructurado, apuesta por la interpretación de la realidad bajo parámetros de objetividad, en los cuales medía el análisis de los factores, de las situaciones y de los elementos, con fin de hacer comprobables y demostrables sus causas y sus efectos. La razón se reviste de principios y de leyes que plantean un ordenamiento equilibrado en cuanto a la relación de las partes con el todo.
No obstante cada dimensión tiene un campo propio de aplicación en cuanto a la formación del conocimiento. Sin embargo, y más allá de sus diferencias, tanto fe como razón constituyen el hacer y dan sentido a la existencia humana.

4.    Haz una comparación crítica entre la universidad en la edad media y la universidad actual

Si bien la universidad como centro humanístico y de enseñanza se atribuye a Europa, hay datos que referencian su aparición en el antiguo Egipto y en Irán. Así mismo y en este sentido cabe mencionar los aportes que se hicieron desde la Grecia Antigua, con la instauración del Liceo por parte de Aristóteles y de Pitágoras, fundador de Escuela pitagórica. 
No obstante es en Europa en donde se da la fundación de las primeras universidades con una estructura similar a la que conocemos en la actualidad. Así entonces, surgen entre otras las universidades de Bolonia, Parma y Padua en Italia, la universidad de Paris en Francia y la de Oxford en Inglaterra.
La universidad en la Edad Medía surge como una necesidad reflexiva y cultural frente a posturas del pensamiento -principalmente teológico- que habían caracterizado a la baja edad media. Si bien el clero y la iglesia encabezaran el orden educativo de la época, el surgimiento de las ciudades, el interés por el derecho, las matemáticas, y la retórica, van a ser elementos que atraen la atención de ciudadanos por una enseñanza que forme maestros y doctores. En este sentido la universidad en la Edad Media surge a partir de la asociación de maestros y alumnos con un propósito común, el de crear un espacio para la investigación y la enseñanza. Es decir, se configura la universidad como escenario de propuesta para nuevas formas de conocimiento y de expresión.
En este sentido la universidad actual guarda ciertas similitudes con las universidades de la Edad Media. Es decir se concibe a la universidad como el ámbito por excelencia para la generación de nuevas propuestas de investigación y como el escenario ideal para la formación de nuevos ciudadanos con el conocimiento y la capacidad para transformar sus entornos.
No obstante la universidad en la actualidad se encuentra caracterizada por la gran influencia que ejerce en su hacer, y en sus contenidos curriculares, lo político y lo ideológico. La universidad actual se halla distanciada de su verdadero sentido humanístico y de su papel de escenario de reflexión crítica de la realidad. Salvo en algunas ocasiones, su papel se ha reducido a la reproducción de modelos y de valores que se acomodan a las posturas ideológicas que demanda el sistema, adoleciendo de sentido crítico y reflexivo.

5.    ¿Qué desafíos crees que tiene la filosofía actual en Colombia, sobre todo en este ambiente de Post-Acuerdo?

Sin lugar a dudas, el análisis de nuestro acontecer se vislumbra como un reto en la medida en que la filosofía debe servir como elemento de análisis, de reflexión y proposición, frente a la realidad compleja que representa nuestro país en el escenario del post-acuerdo

Dentro de los desafíos que se avienen considero que es importante reflexionar de manera crítica, sobre nuestra historia como posibilidad de reconocimiento y afirmación de una cultura y de una idiosincrasia que se hallan inmersas en un contexto particularmente plural, rico y aún carente de un pensamiento propio que le permita entender y allanar soluciones desde una perspectiva distinta a la impuesta desde afuera.

En este sentido, considero pertinente partir por analizar el papel de la filosofía en cuanto a su participación en el acontecer histórico del país en los dos últimos siglos.

Considero que en cierta medida la filosofía colombiana se ha visto influenciada, y ha estado imbuida por el acontecer socio-político, propio de cada momento histórico en particular. Si nos retrotraemos al siglo XIX, la filosofía, tuvo como propósito el servir de anclaje argumentativo para explicar los problemas que acontecían en ese momento. Así entonces la filosofía podríamos decir, se ideologizo, para a través de ella dar respuesta a los problemas políticos y sociales. Se convirtió en el fundamento tanto de liberales como de conservadores para afirmar sus tesis, pero sin lograr un enfoque de pensamiento que estuviera más allá de la aplicación de las doctrinas europeas. En ese sentido, la filosofía dio cuenta de ese momento histórico concreto. Ya en el siglo XX, y con la apertura que se dio a nivel educativo y de pensamiento, la filosofía se ocupó esencialmente del estudio y de la comprensión de los textos filosóficos desde la perspectiva y propósitos del autor, alejándose de las problemáticas propias. No obstante lo anterior, y a la luz de la llegada de libros y documentos de autores como Nietzsche, Heidegger, Husserl, Marx, entre otros, y de la participación de filósofos colombianos en el contexto internacional, la filosofía en Colombia tuvo un gran auge principalmente en el ámbito intelectual y académico, pero con menos incidencia y repercusión en el campo de lo socio-político, que el que se había dado en siglo anterior.   
Ya dando cuenta del siglo XXI, la filosofía ha logrado avanzar en su consolidación, tanto en lo académico como en el campo de la investigación. No obstante considero que tanto en el siglo XX, como en el actual, el quehacer filosófico se ha enfocado en el campo de lo académico y se ha mantenido distante del estudio de nuestros problemas. Algunas razones para esta consideración, podrían estar en la ausencia de un pensamiento propio, y en el escaso valor y la poca atención que se da por parte de las clases dirigentes a la filosofía, como herramienta propositiva y análisis de la realidad.
Es así, y en este sentido que considero que en el ejercicio de repensar la actualidad del pensamiento filosófico colombiano, puede estar la clave para hacer de la filosofía no solo una herramienta que pueda tener reconocimiento e injerencia para análisis y abordaje de nuestra realidad, sino para sentar las bases de un pensamiento propio.

El propósito de repensar nuestra actualidad, además de posibilitar la crítica, como elemento que permita innovar y actualizar, puede servir para apropiar y construir una tradición filosófica que permita dar cuenta de nuestra realidad, y que sirva de fundamento a las futuras generaciones.

Nuestro pensamiento filosófico, -salvo algunas excepciones, como los trabajos de Santiago Castro, Estanislao Zuleta, Ángelo Papacchini y Rubén Sierra, Renan Vega- ha estado orientado por el estudio y análisis de las doctrinas y obras clásicas de la filosofía euroamericana, lo cual ha incidido en la imposibilidad de crear un pensamiento que constituya en patrimonio propio y de cuenta de nuestra propia tradición y de nuestro propio acontecer.

No quiero decir que el estudio de los clásicos y de los principales enfoques, no se deba tener en cuenta, pues a la luz de estos – así ellos se hayan dado en contextos socio-históricos distintos- se constituye la tarea primaria del ejercicio filosófico. 

Finalmente y en consideración de lo anterior, estimo que en la actividad de nosotros como filósofos debe plantearse como compromiso principal el ejercicio de un pensar desde una posición crítica, a la luz de abordarse nuevos problemas. Es decir, que este compromiso debe tener implícito el ir más allá del esquema tradicional, en el cual se considera que estudiar filosofía es comprender las distintas teorías, con el propósito de explicarlas luego, sino que dicho compromiso debe hacer posible la construcción de un pensamiento nuevo, dado a través del análisis de los problemas que se presentan en el entorno. Un entorno que como el nuestro se muestra rico en complejidades y matices, y que no puede ser ajeno al pensamiento y a la reflexión que constituye la filosofía.


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