domingo, 19 de marzo de 2017

POR QUÉ ESTUDIO FILOSOFÍA




Razones por las que estudio filosofía
Contraste con las motivaciones de santo Tomás
Alex Camacho: Las razones por las que estudio filosofía tienen que ver, en primer lugar, por un interés por el conocimiento en general. Desde joven me interesaron la historia, el arte y la ciencia y al incursionar paulatinamente en estos temas encontraba que la humanidad ha construido sistemas de conocimiento sobre el mundo que han influido en las manera de actuar y desarrollar las capacidades que han tenido las personas al alcance, como recursos naturales y características culturales. En segunda instancia, la lectura ha desempeñado un papel importante en mi gusto por la filosofía, ya que en la lectura pueden hallarse perspectivas históricas y humanas que aunque distantes en el tiempo pueden dar una pauta de lo que permanece como perdurable en la manera en que razonan los individuos y las sociedades. En tercer instancia, está el gusto por escribir, ya que de la misma manera en que podía encontrar en la lectura una fuente de conocimiento y un arte por el cual el hombre expresa su conocimiento y perspectiva del mundo, en lo personal permanecía, de la misma manera, el interés por desarrollar un criterio de expresión escrita que pudiera ser un proceso de entendimiento de la propia persona y la realidad a la que nos vemos interpelados en razón a las influencias históricas, culturales y personales.
En síntesis, la filosofía me ha permitido adoptar una visión de interés por las distintas expresiones humanas y la relación que como individuo puedo tener con las mismas tanto en las diferencias como en las confluencias.
La vida y trabajo filosófico de santo Tomás puedo contrastarlo con la experiencia actual que podemos tener por la filosofía,  como el interés genuino por el conocimiento. Su lucha desde muy joven por permanecer fiel a sus motivaciones e intereses académicos me parece un ejemplo de perseverancia hacia el conocimiento que tiene que ver con el interés que las personas suelen depositar en la ciencia, las humanidades o las ciencias espirituales. Sus convicciones y su honestidad intelectual le llevan a desarrollar una perspectiva acorde con los tiempos que le toca vivir. La disposición a generar sistemas de argumentación íntegros en los cuales se pudiera dar razón de las múltiples posibilidades humanas es, desde nuestra perspectiva personal, un acicate importante a la ciencia, en la medida en que ponía la razón como la manera más fiable de conocer y de dar sentido a los modelos culturales y de creencias en los cuales estaba inmerso  santo Tomás.
La vida dedicada al estudio es otra de las condiciones que se me hace importante en la manera en que podemos contrastar la vida filosófica en los tiempos de santo Tomás y los actuales, ya que es indispensable para el trabajo basado en el desarrollo de los modelos teóricos racionales una determinación a imponer por sobre todas las posibilidades sociales de desarrollo e influencia social, el hecho de desarrollar un trabajo silencioso que permite que exista un desarrollo de los procesos argumentativos y que se desarrolle el debate sobre los criterios y modelos de investigación necesarios para la existencia de un ámbito académico.
Gonzalo Rojas Gerena

Porque desde que tengo memoria, siempre me pregunte sobre el por qué de las cosas, y de la existencia misma.
Siempre ha estado presente en mí, el ánimo de ir más allá de lo que me otorga la simple y llana percepción. Porque detrás de cada acción, de cada objeto y de cada idea, seguramente hay algo que escapa a nuestros sentidos, y que reclama ser indagado.  Así entonces, la filosofía - aún en medio de su aparente inutilidad, en un mundo signado por lo utilitario- es esa posibilidad de encontrar el sentido y la identificación a lo que me determina como ser humano. Un ser con la capacidad para asombrarse, para preguntarse, para intentar saberse. Así la filosofía se constituye para mí como una perspectiva en constante indagación, que se esencializa a partir una postura crítica-reflexiva, con el ánimo de que se traduzca en la formación de un pensamiento más autónomo, que me permita entender de manera crítica y propositiva la realidad.

Cuando lo que se persigue es hacer la mayor claridad posible respecto al sentido de la vida, es difícil encontrar un contraste en cuanto a las motivaciones de Tomas de Aquino frente al ejercicio que representa el pensar. Sobre todo si este ejercicio conlleva una actitud intelectual  honesta y propositiva. Como la que mostró el teólogo Italiano.
No obstante, y desde mi perspectiva tal vez puedo encontrar cierta divergencia, en el sentido que si bien Tomas de Aquino, no desconoció el aporte filosófico de la Grecia antigua, si lo sopeso de manera quizá menos profunda, imbuido por su esencia y vocación religiosa.
WILSON TOVAR
El estudio de la filosofía es el mismo reto con la vida, es un arte que se aprende desde el momento en que empiezas a tener conciencia de la existencia y de las cosas que rodean todo a tu alrededor, la filosofía es el arte del conocimiento, es querer ver más allá de todo nuestro contorno, es querer descubrir a nosotros mismos, es poder descifrar y entender el verdadero conocimiento de nosotros como seres humanos, es poder habitar un mundo en donde está lleno de preguntas y respuestas sin límite, como la misma vida, se trasciende y se focaliza encontrar todo tipo de formas de como el hombre ha evolucionado a través de su pensamiento e ideologías dadas en distintas culturas, es querer conocer todo tipo de conocimiento, ideología, cultura, es hacer parte de una sociedad en la que se involucran distintos factores que interviene con el convivir y estar dentro de cada sociedad, es hacer de esa sociedad un mundo habitable para todos, es dar respuesta de manera lógica a toda problemática y solución que se presenta en diferentes campos de cada vida, la de nosotros, las de todos aquellos que comparten este mundo, este universo, esta galaxia; la rama del conocimiento siempre crece día a día, es nuestro construir diario, es ver más allá de lo que comúnmente no lo vemos, es pensar antes de actuar, es mirar hacia un horizonte de posibilidades y metas; Santo Tomás encontró la forma de poder dar a entender lo importante que es cada forma de vida, como en su pensamiento como  su cultura, como sus formas de vida diferentes de cada ser, en tiempos de la edad media Santo Tomás hizo un intenso estudio sobre la razón y la fe, un equilibrio entre la doctrina cristiana y la razón, el conocimiento, el saber, siempre nos mostró la posibilidad de un pensamiento sagrado y absoluto, su gran conocimiento como docto y filósofo, lo llevo a ver el mundo con un pensamiento radical frente a la misma vida y todo lo que allí está plasmado.
La vida de Santo Tomas contrastando con la realidad del pensamiento filosófico es muy usual ya que fue un hombre muy dedicado a buscar la verdad y la justicia de las cosas, lo que hoy actualmente hacemos en el ámbito filosófico, buscar la razón de las cosas, buscar la verdad de la vida, encontrarnos a nosotros mismos para empezar realmente a encontrar sentido a la vida y a todo lo que conforma la sociedad en que vivimos; la lucha constante de Santo Tomas por conseguir sus ideales pasando por encima de todos incluyendo su familia, es un modelo a seguir en donde nos muestra que la lucha constante es uno de los pasos a seguir para conseguir nuestros propósitos y virtudes, no hay que abandonar nuestros ideales a pesar de que las circunstancias de la vida sean difíciles, es un reto que cada ser se propone para alcanzar sus metas e ideales de vida personal y reflejando hacia una vida más social, el bien común; Santo Tomas en sus momentos difíciles de vida encerrado en la abadía y en la casa de sus padres se dedicó al estudio continuo del saber, hoy en día nos muestra esa realidad al constante esfuerzo que hay que hacer por alcanzar  un constante estudio sobre la realidad de las cosas, es una dedicación constante a través del conocimiento poder hacer que este mismo sirva de ayuda a otros, a nuestra entorno, a resolver aquellos problemas que acechan nuestra sociedad, no ser uno más del montón, ser un gestor de cambio, un modelo a seguir, en donde podamos con nuestras ideas ser promotor al cambio que nuestra realidad social necesita.


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