sábado, 11 de marzo de 2017

INFORME WILSON TOVAR


Análisis del papel de la Iglesia Católica durante la Edad Media.

Durante la edad media, la iglesia tuvo su máximo poder ya que fue una época muy religiosa y creyente en Dios, la cristiandad tuvo su apogeo supremo en este tiempo, aunque en el año 1054 los obispos bizantinos negaron la autoridad del papa y esto genero el llamado cisma de oriente; por esta razón la cristiandad se dividió en dos, tanto en oriente como en occidente, en oriente se proclamó la iglesia griega ortodoxa gracias al imperio bizantino y la labor de grupos misioneros, la cual está conformada por 15 iglesias autocéfalas (el obispo no responde a otra clase de obispo superior), pero mantienen entre ellos una comunión doctrinal y sacramental; en occidente se mantuvo la iglesia católica romana y tuvo un vínculo fuerte con la sociedad feudal y poseían la tercera parte territorial del mundo católico y manejaban un diezmo que constaba de la décima parte de la cosecha de toda la gente, tanto así que muchos nobles fueron obispos y recibían su diócesis y concesiones de los reyes y el poder feudal; toda Europa occidental se consideraba cristiana y acataban  la autoridad del papa y del mismo emperador, tanto obispos como abades poseían grandes extensiones de tierra, los clérigos eran personas cultas y se encargaban de educar a los jóvenes , socorrer a los pobres y eran conserjes de los reyes; a pesar de que Europa occidental era cristiana, había una minoría que eran judíos y musulmanes, los judíos vivan dispersos y se dedicaban al comercio y los musulmanes más o menos en el siglo VIII, ocupaban toda España y tenían un grupo poderoso en la capital de la ciudad de Córdoba; a pesar que la iglesia tenia gran poder, por sus riquezas, su organización, su cultura que iban contra el desorden, la ignorancia y la violencia de la sociedad feudal, todos los miembros de la iglesia conformaban el clero y este se dividía en secular y regular y el jefe espiritual era el Papa. El clero secular eran aquellos miembros de la iglesia que vivían mezclados con los laicos (Papa, arzobispos, obispos y párrocos), los párrocos mandaban en pequeños distritos o parroquias, las cuales formaban una diócesis en el cual mandaba un obispo, y estas diócesis formaban una arquidiócesis dirigidas por un arzobispo. El clero regular se organizó en el siglo VI, y sus miembros optaron por aislarse y vivir en monasterios regidos por un abad;; el monacado lo inicio San Benito  de Nursia y fundo la orden benedictina y su regla era reza y trabaja y al mismo tiempo cumplir con votos de obediencia, castidad y pobreza y fue respaldada por el papado.

El clero era elegido por la comunidad religiosa, pero a partir del siglo X, los monarcas decidieron optar este derecho y lo llamaron investidura, tal medida ocasionó sometimiento a príncipes y señores en los cuales  se generó dos vicios, la simonía (compra de cargos eclesiásticos por influencias y dinero) y  el nicolaísmo (rechazo al celibato), a pesar de esta corrupción, el clero procuro humanizar sus antiguas costumbres; tenían un derecho de asilo  que prohibía actos violentos dentro de una iglesia o convento, mediante la paz de Dios y la tregua de Dios que era no combatir de viernes a domingo y festividades religiosas, bajo pena de excomunión.

Los benedictinos trasplantaron el monasterio de  Monte Cassino, Italia, a otros países, cada uno era autónomo y muy aislados y regla general era que cada monje tenía que durar  toda su vida en estos monasterios y ellos elegían a su propio abad, de todas maneras la orden benedictina fue corrompida por algunos obispos y laicos ya que ofrecían dineros para elegir candidatos de su predilección; la vida en los monasterios era trabajar y rezar, algunos eran agricultores, artesanos, otros copiaban los manuscritos y muchos estudiaban las primeras letras.

En el siglo XI, el clero reformo el poder laico  y eclesiástico  en dos conventos benedictinos; el primero fue en la abadía de Cluny, fundada en el año 910 y estos optaron por la protección del Papa y reforzaron el poder del abad, y nació la orden cluniacense y tuvo una expansión máxima en el siglo XII, y poseía más de 1500 monasterios; era una orden aristocrática , ya que la mayoría eran nobles y su trabajo era la liturgia, esta orden se fundó en una orden de jerarquía y sociedad feudal, en la que había un rey, con condes, duques y caballeros; a mediados del siglo XII, estos cluniacenses se alejaron de la vida benedictina  enriqueciéndose en extremo; de ahí nació la orden  del monasterio de Citreaux, de Francia y su promotor San Bernardo de Claraval, su vida fue más estricta y se propago en el siglo XIII, combatieron la herejía y este fundador fue un profundo pensador y escritor, dejo más de 350 sermones y más de 500 cartas y gobernaba más de 700 monjes, al morir tenía más de 68 monasterios.

En el siglo X, la elección de la investidura del Papa y de los obispos era nombrado por el emperador del sacro imperio germánico, pero en el siglo XI, en el año 1075 el Papa GregorioVII, publico un decreto prohibiendo a los laicos investir a cualquier miembro de la iglesia, esto genero conflictos entre el Papa y el emperador alemán Enrique IV, llamado la querella de las investiduras y Enrique IV ,fue excomulgado y este pidió perdón de rodillas en el castillo italiano de Canossa,; termino este conflicto en1122 con la firma del concordato worms, que se pactó entre el Papa Calixto II, y el emperador Enrique V y renuncio a la designación de obispos y papas,; estas reformas eclesiásticas reforzaron a la iglesia en el siglo XII, la fe fundada en la esperanza de una vida mejor, la veneración a la virgen, a los santos y a las reliquias sagradas, y evitaban que sus feligreses cayeran en herejía y falsas creencias por medio de la excomunión y la inquisición en la que los vetaban de todo poder divino y eran torturados hasta ser quemados.

El apego a la sociedad feudal y a las creencias religiosas fue grande peregrinaciones que hacían por años, y estos centros eran Roma, capital de la espiritualidad religiosa, Jerusalén donde estaba el Sepulcro y Santiago de Compostela donde estaba enterrado el apóstol Santiago. Otro apego espiritual era el milenarismo creencia que después de mil años volvería cristo a gobernar y llegaría el juicio final, de esto nacieron sectas con falsos profetas; una de las piedades medievales fue el culto a las reliquias, devoción a los santos, el cáliz y el santo grial que supuestos lo buscaron pero nunca apareció.





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