sábado, 11 de marzo de 2017

INFORME ALEX CAMACHO


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Comparación entre la realidad social, económica, cultural política y religiosa de la Edad Media y la de tu comunidad (vereda, barrio, pueblo)

El contraste o la comparación entre las realidades generales de la Edad Media y las pautas de realidad social de nuestra comunidad, en un barrio de la ciudad de Bogotá, en la nación colombiana, son necesariamente dispares, pero con una alta influencia del núcleo civilizatorio occidental.
El modelo estatal de tipo republicano de carácter democrático representativo es, en esencia, parte importante de las relaciones públicas y sociales de la comunidad en la que estamos insertos. La libertad de culto, política, de asociación, entre otras, manifiestan en el plano ideal o teórico, la posibilidad de los individuos para realizarse de manera libre como ciudadanos. En este sentido, la comparación con la Edad media es distante, en razón a los procesos altamente restrictivos y verticales del poder con los que se organizaban los pueblos medievales.
No obstante la diferencia, es apreciable también en nuestros entornos más cercanos la presencia de sistemas de dominación política basados en la autoridad y la riqueza, que someten a los pueblos a una distribución de los recursos viciada por hechos como la corrupción, y de lo cual surge un uso indebido del capital económico de las comunidades.
En el ámbito cultural, la comparación con la Edad media puede registrar algunas confluencias más evidentes. Es propio de nuestra comunidad la presencia de estamentos de tipo religioso basados en la cristiandad. Por otro lado, es posible encontrar en los modelos educativos o de los individuos una clara presencia del sentido filosófico y racional de carácter greco-latino, el cual es indudable herencia en los procesos de constitución social de los pueblos considerados de tipo occidental. De la misma manera, existen elementos aportados por los pueblos nativos de la América precolombina, pero generalmente asumidos de manera sincrética con la racionalidad de tipo occidental. La ciencia, la tecnología, el arte secular, entre otras manifestaciones, son propias de la cultura de nuestra comunidad, estableciéndose con ello una afinidad cultural con los procesos de realidad iniciados en el temprano renacimiento, en el cual, tanto la religión como la ciencia, tenían cabida dentro del ideal social. En la actualidad, no obstante, es reconocible una menor incidencia de la religión en las decisiones que competen al ámbito privado de la persona o del Estado. las universidades, por otra parte, continúan desempeñando un rol importante para las sociedades, al ser las que determinan la capacidad y formalidad profesional con la cual los individuos se insertan en el mercado laboral calificado.
En lo relacionado con la política, la comparación es desde luego alejada en sus manifestaciones, pero acorde con la evolución de los procesos de lucha política. En un principio, los estados Nación se definen en torno a los más profundos procesos políticos de la Edad Media, constituyéndose como la manera más fiable y eficaz de regular el poder político. Las instituciones del derecho actuales tienen gran influencia del derecho romano, lo cual las hace cercanas a las presentes en la Edad Media. La laicidad del estado, por otro lado, fomenta una tradición religiosa de tipo cultural que se aviene a consideraciones de tipo afectivo o emocional, pero desvinculadas del poder político en sus facetas más reglamentarias o doctrinales.
En términos generales, la política en la actualidad en comunidades citadinas como en la que vivimos, juega un papel importante en las decisiones de los ciudadanos. Las ideas políticas en general se abocan o demuestran una influencia importante de la tradición iniciada en la edad Media, tanto en lo que respecta a su apoyo como a su oposición.
En el aspecto económico, existe una marcada diferencia con lo que constituía el ideal económico de la Edad Media. En conjunto, la Edad Media era una sociedad de economías estancas y de subsistencia, con poca movilidad y productividad. El modelo feudal, aunque puede estar en alguna medida presente en la actualidad, no reporta incentivo económico dentro de la economía de mercado que es imperante en el modelo occidental, más allá de la posesión de tierra como muestra de poder y de un dominio político contrario a las fuerzas del mercado. En el ámbito citadino, en el cual desarrollamos nuestra vida, se presenta una estratificación económica en la cual están presentes las contradicciones propias de la tradición económica colombiana, pero permanece la profesionalización y la técnica como centro de movilidad social y económica.
Por último, en el ámbito religioso, es palpable la evolución que se da en la Edad Media hacia una diferenciación clara entre lo relacionado con la religión y el sistema político. La influencia de la religión compete más en la actualidad hacia el ámbito privado de realización personal, que aunque posee incidencia en la política, no demuestra ser el criterio esencial de articulación de la formulación de las políticas constitucionales de la república. Aunque la religión cristiana ha sido muy influyente en la historia de las naciones latinoamericanas, su lugar como rectora en la organización del estado ha venido disminuyendo paulatinamente. La presencia de la ciencia y la tecnología como herramientas generadoras de ámbitos o cuerpos racionales con clara eficiencia e importancia, ha incentivado una evolución paritaria de las costumbres y creencias de la sociedad.

  


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